Ser original es un mérito, quererlo ser, un defecto
sábado, 23 de noviembre de 2013
Es como gritar, pero nadie te escucha. Casi te sientes avergonzada de que alguien sea tan importante. De que sin él te sientas como si no fueras nada. Nadie podrá entender cuanto duele. Te sientes sin esperanzas, como si nadie pudiera salvarte. Y cuando todo se termina y él ya se ha ido, hasta llegas a desear que todo lo malo regrese, para que al menos también puedas tener lo bueno de vuelta.
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